jueves, 3 de noviembre de 2011

Proyecto (Para no olvidarlo)

He estado pensando en lo que quiero escribir algún día y en lo difícil que se me hace pasar de la hora en blanco (en realidad, simulacro de hoja en la pantalla del computador). Quiero formarme en una escritura ruin, perversa y pervertida; una escritura de truhán escatológico que salpique a todos como los restos de una comida mal digerida.

La dificultad está en lograr transmitir, por medio de la escritura, esa sensación vomitiva. Siento que no puedo conjurar esas imágenes anales, esas secreciones genitales que produzcan el asco atrayente. Puedo pensar, por ejemplo, en culos prolapsados siendo lamidos por enanos de penes desproporcionados. Puedo imaginar a un hombre cortándose los testículos para freírlos y luego sazonarlos con su propia mierda.

Pero es complicado, al menos para mí, pasar de esas imágenes a veces enfermizas y transmitirlas en una historia que sea de alguna manera atrayente y repulsiva. Es que quiero vomitar escritura y que los lectores sientan el ácido sabor del reflujo.

Lo único que me salen son huevadas, huevadas que siento son resultado de tener enganchado en cerebro en alguna moral que no me deja ir más allá. Es que me censuro, lo sé, lo siento. Y bueno, el único medio para liberarse es seguir practicando; escribir hasta el momento de pasar la barrera y nadar los deshechos: entre extremidades gangrenadas, cuerpos purulentos, anos tumorales y así.

Tal vez, también se deba a una falta de experiencias con esos asuntos. Quizá deba dedicarme a escribir sobre lo que sé y lo que vivo. Sin embargo, no me resulta grato ni sano hacerlo; me repulsa, a veces (siempre hay excepciones), esa escritura cuasi-biográfica. Siempre he tratado de alejarme de mi propia experiencia vital ya que no es atrayente, ni para mí ni para nadie.

Así que seguiré pensando en el asco, en lo abyecto, en lo terriblemente perverso.

Un poco más de Rage

Tengo esta rabia amarga
y tengo las ganas rabiosas de vomitarla
porque duele
porque me asquea
y no puedo.

Se queda atrapada entre la gargarganta
siempre apunto de explotar pero no
Se queda la maldita
como un mal recuerdo, como un recor idiota.

Quiero vomitar esta rabia
expulzarla en tu cara
mientras te ríes
mientras gozas de la vida
mientras eres feliz.

Así quiero verte
cubierta por vómitos de bilis
para olvidarte de una vez por todas
en un gran explosión de mierdas.